Se nos dice que Dios castigará a los impíos. Que los hombres pecadores cosecharán lo que sembraron. Se nos dice que azotemos nuestras almas con oración y dolor para que vuelvan a estar limpias una vez más.
Bueno, aquí estoy. Impío y pecador. Desesperado por estar limpio otra vez, aún cuando se siente tan bien estar sucio.
Pero nunca esperé lo que venia a continuación.
Incluso nunca esperé que mi castigo viniera tan pronto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario